domingo, 16 de noviembre de 2008

Cuando Harry encontró a Sally



Sin duda, ésta se ha convertido en una de las escenas más rememoradas en toda la filmografía de Meg Ryan. Pertenece a "Cuando Harry encontró a Sally" (Rob Reiner, 1989). En ella, vemos a Meg (Sally) fingir un orgasmo en público en medio de un restaurante, para demostrar que, efectivamente, una mujer es capaz de eso y mucho más.

Se trata de una de las películas más emblemáticas de esta actriz, que siempre ha parecido estar "encasillada" en el género de la comedia romántica. Un genial Billy Crystal (Harry) comparte gran parte de su tiempo con Sally. La película es, practicamente, un diálogo entre ellos dos. Se pasan la vida discutiendo entre ellos: la batalla entre los sexos. Sally se muestra abnegada, mientras que Harry tiene su propia teoría sobre el comportamiento de las mujeres. Desde principio a fín se trata de una conversación divertida e ingeniosa, a la vez que espontánea.

Lo que parece ser que es una relación condenada al fracaso, termina, como no podía ser de otra manera, en el más sincero amor. Contra todos sus principios, terminan enamorándose sin darse cuenta. Si al principio preguntáramos a Harry sobre el tipo de mujer del que no se sentiría atraído jamás, seguro que describiría algo parecido a Sally. Y lo mismo ocuure con ella.

Revisando la filmografía de Meg Ryan, encontramos una mayoría de películas muy similares entre sí: lo que se vino en llamara la "comedia romántica". A menudo se ha quejado de su "encasillamiento" en este género y ha intentado hacernos ver que tiene mucho que hacer en otro tipo de cine. Así, se aventuró en películas como In the Cut (2003); la cual no trajo un gran éxito. Actualmente vuelve al género que le pertenece con su nueva película The Women (2008) junto a Annette Bening, Eva Mendes y Debra Messing, entre otras.

En todas estas películas destaca un lenguaje fluido, sincero, cargado de pensamientos bonitos y frases que quedan grabadas. Además, los personajes imprimen mucha espontaneidad a la hora de sacar a relucir sus sentimientos. En todas hay un denominador común: la brillante Norah Ephron, guionista de películas como Algo para recordar (dirigida por ella misma), Colgadas, Tienes un e-mail, Embrujada o Cuando Harry encontró a Sally. De todas estas películas me quedo con el guión, donde no sólo hay diálogo sino de vez en cuando algún monólogo o reflexión de alguno de sus personajes, por ejemplo: la declaración de amor de Harry a Sally la noche de Año Nuevo. O lo que es lo mismo; Norah Ephron en estado puro

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